Llevamos dos entregas, y no hemos hablado realmente de RyF, repasando rápido hemos visto la idea de la iniciativa desde el punto de vista de un diseñador, vimos precisamente que entendemos nosotros por diseñador de juegos y posteriormente vimos que para empezar a diseñar un juego había que plantearse primero ciertos aspectos del mismo, puesto que las reglas deben reforzar aquellas características que la ambientación tiene en cuanto a tono, letalidad, temática y sobretodo, cómo serán los personajes (y antagonistas) de los jugadores.
Hoy quiero hablar de RyF a nivel matemático, pues hay que entender el sistema para poder modificarlo, si no muchas veces estaremos creando reglas al tun-tun que quizá no están aportando nada, están descompensadas o complican más de lo que realmente es necesario.
La santa trinidad
Parece que con esto del 3.0 busquemos que todo sea 3, pero no, este conjunto ya venía de lejos y es una mecánica muy típica en los juegos de rol, así que si funciona, ¿Porque no usarla? Esto es importante, las mecánicas que se han repetido con el tiempo tiene una doble ventaja, en primer lugar han sido probadas ámpliamente, y además, será fácil para tus jugadores asimilarlas. Recuerda esto siempre a la hora de crear una mecánica.
Los miembros de este triplete son los Atributos, las Habilidades y la Tirada de dados. Lo primero que hemos de tener claro es que todas las partes funcionan en base 10, lo que facilita hacer cálculos, en primer lugar porque la gente está muy acostumbrada al sistema decimal, siempre os será más fácil decirle a alguien «este juego es de 8/10» y le quedará más claro que si decís 16/20, aunque sea matemáticamente lo mismo.
Atributos
El primer bloque del juego son los atributos, son las capacidades innatas de los personajes, sus valores van del 4 al 10 y no cambian nunca.
Este límite bajo es una novedad de la 3.0 y responde a una cuestión de limitar las posibilidades de explotar el sistema, pues era común ver a jugadores reducir a 2 (el mínimo en 2.0) atributos cómo Inteligencia y buscar suplirlo con la Inteligencia propia, y así tener sus demás atributos mucho más bajos.
Los atributos no cambian con el tiempo para minimizar los cálculos necesarios a la hora de diseñar sub-sistemas ya que de este modo podemos pensar más fácilmente en dificultades, pero de esto hablaremos más adelante cuando analicemos el diseño de nuevas reglas.
Además hay una segunda razón relacionada con el gasto de experiencia y la creación de fichas, pero también hablaremos de ello en otro momento.
En RyF 3.0 se han reducido los atributos de 5 a 4, fusionando en Físicos la Fuerza y la Resistencia. Este cambio se hizo especialmente patente con las partidas contemporáneas. En medieval tenía cierto sentido tener Fuerza para atacar, Resistencia para tener puntos de vida, pero cuando las armas a distancia cómo las pistolas van por destreza, nadie gastaba puntos. Las pruebas tras la fusión, incluso en medieval, demostraron que no aportaba mucho tener dos atributos, y de ahí el nacimiento de Físicos.
De cara a diseñar reglas, podemos presuponer que un personaje tendrá entre 7 y 8 en personajes equilibrados (es buena opción coger este rango para diseñar), siendo mejor pensar que tendrá 8 o 9 si es un atributo principal del concepto del personaje y 6-7 si es secundario. Por ejemplo, si estamos evaluando crear un sistema nuevo de combate, los personajes de armas hemos de pensar que tendrán 8 o 9 en Físico.
Habilidades
Se trata de los conocimientos adquiridos y es la piedra angular de RyF, la gran mayoría de sub-sistemas en RyF son fáciles de crear si los basamos en las habilidades, una variable que se puede mejorar con el tiempo y la experiencia.
Las habilidades en RyF pueden ir de 0 a 10 y al contrario que los atributos, se pueden ir mejorando, son el único sitio en que gastar puntos de experiencia en el núcleo.
De cara a diseñar reglas, esta será nuestro factor más cambiante, y nos permitirá decidir las dificultades en función de su valor. Más adelante veremos que es fácil saber si algo que estamos diseñando es fácil o difícil decidiendo que nivel de habilidad debería tener un personaje para conseguir una u otra cosa.
La tirada
La gran mayoría de juegos de rol añaden algún tipo de sistema que añada aleatoriedad a la resolución de acciones. El motivo es claro, no tener la certeza nunca si podremos superar una situación.
Es importante entender bien cómo funciona la aleatoriedad, pues suele ser donde mucha gente falla a la hora de diseñar sistemas, al no tener claro el impacto de cambiar la cantidad de dados o que dado usar, pero esto no nos importa en estos momento.
Pero para lo que estamos viendo ahora, lo importante es saber que la tirada de RyF, 1o3d10 (1 dado objetivo de 3 dados de 10) cuando cogemos el dado medio nos da una curva que va de 1 a 10* por la que veremos con más frecuencia los valores intermedios (5 y 6) que los extremos (1 y 10). Este efecto le resta peso a la aleatoriedad del sistema, dando más importancia al personaje (atributos y habilidades) que al azar.
Este efecto además es muy útil para diseñar reglas, pues podremos presuponer por donde irán los resultados de las tiradas y así dar más peso a las habilidades.
* – No es del todo cierto, pues al sacar 10 el dado explota y podemos sacar más de 10, matemáticamente hablando infinito, a la práctica, con dado medio, sólo un 4% de las veces pasará una vez.
Juntándolo todo
Ahora que ya hemos visto los tres pilares, es mucho más fácil hacerse una idea de cómo funciona RyF en su base. Pensad que cada uno aporta 1/3 del peso a la hora de superar una tirada, pues todos funcionan en base 10, pero 2/3 de ellos son las capacidades del personaje, y sólo 1/3 representa el azar, que además, tenemos atenuado aun más por el hecho que los resultados tienden a la media. En ese sentido RyF da más valor al personaje que a la suerte.
Otros sistemas no funcionan así, y hemos de entrar a valorarlo. Por ejemplo, en un sistema con sólo habilidades de 1 a 20 y que lanzara 1d20, la mitad de las posibilidades de conseguir una acción recaen en la tirada. Esto hace el juego más emocionante en el sentido que tener una habilidad alta no nos facilita las cosas, y además, es tan probable que consigas un 1 que un 20. Además, suelen tener un efecto que a mi personalmente no me gusta, y es que cuando el dado puede darte la victoria (con ese 20), suele haber un efecto «yo también tiro, no tengo la habilidad pero a lo mejor cuela», cuando en la realidad, posiblemente cuando no sabemos, no solemos meter las manos, no sea que nos pillemos los dedos.
Me falta un botón con el que darle a Me gusta (cuánto daño ha hecho Facebook).
Lo cierto es que, la última frase es lapidaria pero la comparto al 100%. Ciertamente explica muy bien el sentido y el peso de cada uno de los pilares, como los llamáis.
Bueno, siempre tienes el botón «Compartir» y lo puedes poner en tu muro 😉
Ciertamente, mi idea es empezar a sentar algunas bases de cara a una entrada más matemática, de hecho tuve que quitar cosas de esta en ese sentido porque no quería liarla mucho.
Pero el tema de los pesos de cada «componente» o pilar a la hora de resolver una tirada dice mucho de un juego, cambia el sabor completamente, y ojo, quiero hacer énfasis, no hay bueno o malo, sólo experiencias y «feelings» diferentes. El error es cuando estamos usando un sistema de pesos erróneo para buscar un sabor concreto.
En muchas ocasiones lo he comentado en jornadas, la tirada de RyF está hecha para que los dados no tengan mucho peso, pero si preferías esa emoción del 10, joder, dejad de tirar 1o3d10, que el juego seguirá funcionando con cuatro ajustes más.